Desviar un asteroide que se dirige hacia la Tierra mediante el lanzamiento de un proyectil sería factible dependiendo de su composición, densidad y estructura interna, según un estudio del español Instituto de Estudios del Espacio (IEE-CSIC).
La investigación, publicada por la revista The Astrophysical Journal, aporta información sobre los efectos que tendría el impacto de un proyectil sobre un asteroide, apuntó la agencia española Efe.
El estudio se centró en el pequeño asteroide Cheliábinsk, que explotó en 2013 sobre cielo ruso cuando atravesaba la atmósfera.
Los investigadores del IEE-CSIC realizaron las medición de las propiedades mecánicas del asteroide en el laboratorio de nanoindentación que dirige el investigador Jordi Sort, de la Universidad Autónoma de Barcelona.
La probabilidad de que un asteroide de tamaño kilométrico tenga consecuencias devastadoras al impactar con la Tierra es estadísticamente pequeña, pero sí es más frecuente que alcancen la atmósfera terrestre objetos de pocas decenas de metros que se descubren continuamente, explicaron.
Según los resultados del estudio, la composición, estructura interna, densidad y otras propiedades físicas del asteroide son “fundamentales para determinar el éxito de una misión en la que se lanzaría un proyectil cinético para desviar la órbita de un asteroide peligroso”.
El 15 de febrero de 2013, un asteroide de aproximadamente 18 metros de diámetro explotó sobre la localidad rusa de Cheliábinsk, creando miles de meteoritos que cayeron a Tierra.
La fragmentación de ese objeto en la atmósfera ejemplificó que la Tierra actúa como un eficiente escudo, aunque más de mil meteoritos con una masa total superior a una tonelada alcanzaron el suelo.
A pesar de ser un asteroide pequeño, la onda de choque que produjo al penetrar en la atmósfera a velocidad hipersónica causó centenares de heridos y grandes daños materiales.
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