New IAFAS BUREAU: 600 great reasons to oil the irregular.
Fuente: El Portal de Ricardo David.
Las condiciones para las empresas de juego que operan en Entre Ríos habrían hecho que un grupo económico importante de Buenos Aires estuviera dispuesto a pagar millones de dólares a la empresa Newtronic por las concesiones que tiene en la provincia. Según trascendió, el acuerdo lo estaría llevando adelante “Cacho” Ferrari, quien tendría una buena parte de la empresa, pero estaría escondido tras su hijo Gino, su «testaferro».
Desde hace muchísimo tiempo, la provincia de Entre Ríos habría sido, sospechosamente, muy favorable y ventajosa para algunas de las empresas que controlan los casinos y salas de juego. Muy llamativamente, el porcentaje que se llevarían estos empresarios estaría por encima de lo que obtendrían en otros puntos del país. Protegidos y hasta sobreprotegidos, los dueños del juego en Entre Ríos no habrían hecho más que conseguir siderales ganancias.
Habría sido tanta la protección y garantía de ganancias, que cuando la ciudad de Victoria impuso al casino de esa ciudad el pago de un canon comercial en 2019, como a cualquier otro comercio, inmediatamente la provincia habría reducido el porcentaje de 37% a 30% que debía entregar, para compensar lo que tenía que pagarle al municipio victoriense. Esto, siendo que esta misma empresa en otras provincias del país paga un canon del 60% de lo recaudado. Esto mereció una presentación judicial que llamativamente la fiscal Farinó decidió archivar, a pesar del grave daño que provocaba a las arcas de la provincia, principalmente porque se reducía el dinero que recibía el Ministerio de Desarrollo Social, pero parece que eso nada importó.
Los grandes logros de las autoridades del IAFAS por tantos años, jugando a favor de los empresarios Mautone, Pérez y ahora también a Cacho Ferrari, habrían hecho que un grupo económico muy poderoso de Buenos Aires estuviera dispuesto a compensar y dar miles de agradecimientos si les facilitaban el traspaso del control de las concesiones que ostenta Ferrari, el mismo que estuvo prófugo luego de ser condenado por cohecho por pagar sobornos al presidente de la Lotería de Río Negro, y con una conocida amistad con Cristóbal López, unidos por lo personal y por ser su lobbista.
Se trataría del Grupo Núcleo, comandado por su CEO, Maximiliano González Kun, procesado como partícipe necesario en una causa de lavado de dinero. Esta empresa, más de una vez, habría sido involucrada en negociados y favorecida por las operaciones del abogado Alfredo «Freddi» Lijo, hermano del juez federal Ariel Lijo, y también habría intervenido en su favor el ex ministro de Planificación Julio De Vido. Y sería llamativo que ese grupo fuera socio de Jorge Pérez del canal 8 de Mar del Plata. Qué coincidencia…
El Grupo Núcleo se destacaría por ser una empresa dedicada a la fabricación, comercialización y distribución de productos tecnológicos, como computadoras, tablets, notebooks e insumos de computación. Sus más importantes logros comerciales habrían sido con el Estado, no solo el argentino, sino también con otros como el venezolano. Y siempre dejando algunos indicios de irregularidades.
Cacho Ferrari tendría, en conjunto con su hermano Alfredo “Freddi” Ferrari, la empresa Newtronic. Esta empresa sería propietaria de las maquinitas de los casinos de La Paz, Santa Elena, Gualeguaychú, Gualeguay, Villaguay, Colón, Villa Elisa, San Salvador, Nogoyá, Rosario del Tala. Ahora el Grupo Núcleo intentaría tomar las concesiones que tienen los Ferrari, aprovechando que desde hace un tiempo se rumorea que los hermanos dejaron de estar unidos.
El poderoso Grupo Núcleo, que viene pisando fuerte desde sus inicios en 1996, estaría dispuesto a desembolsar cuatro millones de dólares para suplantar a Newtronic. Más allá de las trabas legales y burocráticas, habría 600 grandes razones para aceitar y destrabar cualquier imposibilidad legal y que contribuyan a que este negocio se concrete.
La razón principal por la que Newtronic habría despertado el interés de estos compradores de Buenos Aires serían las excelentes ganancias que obtiene, favorecida por las facilidades que la administración del IAFAS, más que nada en la era Vivas-Dubrá, les ha dado a los empresarios del juego, acrecentando los porcentajes de ganancia y, sobre todo, protegiéndolos “de todo mal”.
La administración IAFAS habría hecho que se convirtiera en una «Misión Imposible» que una empresa de las que explotan el juego en Entre Ríos pudiera tener alguna disminución en sus ganancias. En nuestra provincia es donde estaría, nunca mejor aplicada la frase, “LA CASA SIEMPRE GANA”. En el caso de Newtronic, además, tendría el bonus de ganar (siempre ganar) y encima haber acrecentado la RECAUDACIÓN en los últimos tiempos.
Los datos serían elocuentes: de mayo a junio de este año, lo recaudado por Newtronic habría subido un 13,77%, lo que hace que en el interanual signifique casi un 100%, por lo que se convierte en un negocio muy tentador. Pero, para obtenerlo, no solamente se necesitaría contar con el dinero suficiente para la compra, sino también con la anuencia, la colaboración y el accionar facilitador del ente que regula y maneja el juego en Entre Ríos, el IAFAS.
Parece que los experimentados directores del Grupo Núcleo sabrían, y tendrían la sapiencia suficiente para inspirar a funcionarios, no solo para que les permitan iniciar un negocio, sino también para acelerarlos. Las concesiones explotadas por los Ferrari serían tan tentadoras, que el Grupo Núcleo ofrecería bastante más del porcentaje habitual para compensar la buena voluntad de quienes colaboren en su desembarco en el juego de Entre Ríos a través de la adquisición de Newtronic.
Sería tanto lo que avizoran ganar, que dejarían de lado al «Diego» (lo mandarían al banco de suplente), y en lugar de ofrecer el 10% habitual, subirían la apuesta al 15%, lo que totalizaría 600 mil tentaciones en dólares a repartir si se concreta la operación comercial. El Grupo Núcleo tendría mucha experiencia en este tipo de tratos para obtener una resolución a su favor. No solo habría proyecciones positivas en cuanto a ganancias, sino que también sabrían que el IAFAS tiene funcionarios que vienen de años de gestionar en favor de las empresas por millonarias razones. Vivas y Dubrá habrían hecho escuela.
La profunda crisis económica actual contribuiría a que fuera un momento propicio para que explote la industria de los juegos de azar, y el Grupo Núcleo no querría dejar pasar la oportunidad de tener un negocio con ganancias garantizadas. Sería tiempo de ofertar, y al subir la cantidad de agradecimientos, sería indudable que ya estarían frotándose las manos para empezar a recolectar cifras que dejarían como una nimiedad lo que deban entregar como incentivo al IAFAS.