En enero, el combustible bajó 5%. Luego entró en una carrera de aumentos que se extendió hasta el mes pasado. Los valores de las naftas y el gasoil tienden a caer en el mundo por el abaratamiento del crudo, algo que no ocurre en el país.
Desde diciembre del año pasado, cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof; el presidente de YPF, Miguel Galuccio; los gobernadores de las provincias petroleras, los gremios y las empresas del sector aceptaron bajar el precio del crudo en el mercado interno y transferirles esa rebaja a los combustibles, el mercado adquirió una dinámica particular. En enero, en un hecho casi inédito, las naftas y el gasoil bajaron 5%. Pero luego entraron en una carrera de aumentos que se extendió hasta el mes pasado. Los incrementos eran también parte del mismo acuerdo, ya que el pacto tácito consistía en retocar los valores sólo para compensar los efectos de la devaluación del peso en el negocio de las empresas. Eso se debe a que las compañías venden la mayor parte de sus productos en pesos, pero el 80% de sus costos se explica por la compra de petróleo, que está dolarizado.
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