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Cocaína Rosa: la nueva droga de moda que genera preocupación por su alto nivel de adicción

veneno rosa
Pink Cocaine: the new trendy drug that generates concern due to its high level of addiction.

También se la conoce coloquialmente como “tusi”. El consumo de este estupefaciente se disparó durante 2024.

La “cocaína rosa” o “tusi”, es una droga cada vez más común en la noche porteña, del AMBA y comienza a extenderse en todo el país. Solamente este año su circulación aumentó un 70%.

Este estupefaciente provenía originalmente de la sustancia 2C-B, una droga sintetizada en 1974 por Alexander Shulgin, aunque en la actualidad su forma se encuentra mezclada con otras drogas como Ketamina o MDMA. Entre sus efectos pueden encontrarse sensaciones similares a la cocaína, como excitación y euforia – de ahí su comparación – y también alteraciones perceptuales tales como alucinaciones.

La cocaína rosa: la nueva droga en auge.

Según un informe de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), la circulación de esta droga aumentó un 70% durante 2024. En esta línea, el titular de la asociación, Carlos Izaguirre, opinó sobre su peligrosidad: “La sustancia literalmente enloquece a la persona que la consume. De forma casi inmediata, puede hacer cualquier cosa, ya que el grado de excitación es gigante, y esto ocurre muchas veces porque quienes consumen son inducidos a hacerlo o no tienen idea lo que están metiendo en su organismo. Pero hablamos de una sustancia sintética altamente poderosa y destructiva”.

El éxito entre los consumidores que, afirman, viene teniendo en lo que va del año obedece a los efectos que trae aparejados: euforia, excitación, disminución de la sensación de cansancio y del sueño, menos apetito, aumento de la capacidad de atención. Debido a esto, es común encontrarla en boliches y fiestas electrónicas.

“Su consumo no paró de avanzar desde que arribó al país. Es necesario que se extremen las medidas. En los primeros ocho meses del año, el consumo en el país de esta sustancia se disparó un 70%”, advirtió Izaguirre.

El especialista recordó que “hace varios años que se viene advirtiendo de la llegada de esta droga al país, que se produce para ser comercializada en boliches y fiestas que son armadas para tal efecto”.

¿Qué es la cocaína rosa?

Originalmente, esta droga estaba compuesta por la sustancia 2C-B, la cual ofrece efectos alucinógenos y estimulantes, y ha sido valorado en ciertos círculos por su capacidad para inducir experiencias sensoriales intensificadas y un estado de empatía aumentada, tales como otros psicodélicos, como el LSD. Sin embargo, en la actualidad el tusi dista mucho de sus orígenes.

En muchas ocasiones el polvo de color rosado – que no tiene ninguna relación química con la cocaína – se produce mezclando una serie de sustancias distintas. El tusi combina de forma indiscriminada drogas como la ketamina, MDMA, y a veces, alucinógeno mescalina.

Es esta mezcla indiscriminada de sustancias la que no permite prever el efecto que generará en quien la consume y no permite medir que riesgos enfrenta la persona al utilizarla. “Esa combinación de sustancias, que los productores van moldeando a su antojo en términos del poder que tiene, es absolutamente peligrosa. Hay que decirlo las veces que haga falta, estamos ante un producto instalado en el mercado de la venta y la compra de sustancias. Crece su consumo, del mismo modo que las situaciones complicadas”, advirtió Izaguirre.

Incluso en algunas versiones, la mezcla incluye medicamentos psiquiátricos de la familia de las benzodiacepinas y hasta opioides, analgésicos altamente adictivos.

Respecto a los efectos adversos y peligros que representa el consumo de 2C-B o cocaína rosa, los expertos indican que suelen ser de tipo cardiovascular y neurológico. En los casos más graves se puede producir lo que se conoce como síndrome toxicológico simpaticomimético, que se traduce en, entre otras posibilidades, crisis convulsivas y enfermedades coronarias (como angina de pecho o infarto de miocardio). También puede causar ictus y episodios psicóticos.

Finalmente, hay otras complicaciones que se presentan con menor frecuencia, pero que son extremadamente graves, como la hipertermia maligna o el fallo multiorgánico, que desemboca inexorablemente en el fallecimiento del afectado.