BRASIL
Se trata del sexto día consecutivo de violencia abierta en la favela de Río de Janeiro. Hubo 14 detenidos en medio de protestas de los vecinos, que denunciaron violencia policial.
La favela Ciudad de Dios, en Río de Janeiro, vivió este miércoles el sexto día de violencia abierta con una operación de 400 polícias que detuvo a 14 personas en busca del líder del narcotráfico en la región, Deco, quien había dejado la cárcel en julio, y al panorama se sumaron protestas de los vecinos de la comunidad, que denunciaron violencia policial.
Famosa por la película “Ciudad de Dios” de Fernando Meirelles de 2002, la comunidad amaneció ocupada por 400 policías del estado de Rio de Janeiro que fueron a buscar a Deco y sus secuaces, en un virtual estado de sitio, con comercios cerrados y clases suspendidas para 6.000 alumnos en las escuelas del lugar.
“Estamos tratando con un delincuente de guerra”, dijo el comisario Felipe Curi, al informar que Deco, como se conoce a Edvarnderson Gonçalves Leite, el jefe del narcotráfico de la comunidad, uno de los líderes de la organización criminal Comando Vermelho (Comando Rojo), no había sido encontrado.
En los últimos 25 años, Deco fue detenido cuatro veces, escapó en dos oportunidades de la prisión y en julio pasado fue liberado luego de haber cumplido en total 10 años de cárcel, debido a que un juez de Río de Janeiro aceptó un hábeas corpus.
En la operación fueron detenidas 14 personas acusadas de formar parte del ejército del narcotráfico en la ciudad.
La operación se produce en medio de un clima de tensión en el gobierno de Río de Janeiro, que se encuentra en calamidad financiera, y también luego de que el viernes cuatro policías murieran al caer el helicóptero en el que sobrevolaban la Ciudad de Dios, un barrio de la zona oeste, donde convive con la exclusiva región de Barra de Tijuca.
Ciudad de Dios, surgida como un barrio suburbano planificado durante los años sesenta adonde fueron enviados habitantes de favelas de la zona central de Río, el domingo mostró una escena impactante: 7 cadáveres con signos de haber sido ejecutados fueron colocados en una calle.
La sospecha de los familiares de las víctimas es que fue parte de una venganza por parte de los grandes actores de la violencia en Río: policías corruptos, milicianos parapoliciales o de los narcotráficantes.
La operación policial comenzó a las 2 de la mañana con nueve pedidos de captura y los habitantes se quejaron de que los policías habían ingresado a sus casas sin permiso y sin orden judicial
“Me abrieron la puerta, rompieron el candado y entraron sin pedir permiso y sin mostrar ninguna orden judicial”, dijo una mujer a la TV Globo.
Sin embargo, la juez Angélica dos Santos, del Tribunal de Justicia de Río, admitió que la policía tenía vía libre para moverse en la favela: “Los delincuentes no se quedan quietos, ocupan casas de personas de bien”, escribió la magistrada.
Una de las personalidades con más prestigio en Brasil, el rapero MVBill, a quien una encuesta reciente colocó como favorito para ser electo senador, denunció la violencia policial en el operativo. “Combata al crimen pero respete a los vecinos”, dijo MVBill en su perfil de Facebook.
También líder comunitario de la CUFA (Central Unica de Favelas), el músico contó: “La policía allanó tres departamentos en el mismo piso donde yo vivo en la Ciudad de Dios. Son vecinos que conozco y que se levantan todos los días para ir a trabajar”.
Cidade de Deus entró en crisis, al igual que todo el sistema de las Unidades de Polícía Pacificadora (UPP) luego de los Juegos Olímpicos Río 2016 de agosto.
Las UPP, que eran una vidriera para el país y el mundo, entraron en colapso como su creador, el ex gobernador Sergio Cabral, un político del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) detenido acusado de recibir coimas de empresas constructoras a cambio de vencer licitaciones de obra pública.
La escalada de violencia en Ciudad de Dios y otras comunidades vecinas, en una región plana de Rìo como la zona oeste, se dio luego de que el viernes pasado cayera un helicóptero con cuatro policías a bordo, que fallecieron en el acto.
Hasta el momento no existen indicios de que los narcos hayan derribado a tiros la aeronave, que está siendo sometida a pericia.
La escalada subió con la ejecución de siete personas, que hasta la policía sospecha que pudieron haber sido ejecutadas por agentes de la fuerza
El jefe del Departamento de Homicidios de la capital carioca, Fabio Cardoso, informó que se investigan si milicianos de la favela Gardenia Azúl mataron a estas siete personas o si la masacre ocurrió producto de un ajuste de cuentes entre delincuentes y policías.
Pasados casi tres meses de los Juegos Olímpicos 2016 que se realizaron en el barrio vecino a Ciudad de Dios, la comunidad está sometida a un nuevo infierno, no tan explícito como el de la película de Fernando Meirelles pero muy lejos de la pacificación que prometían llevar a la región los anillos olímpicos.
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