Los revanchismos entre los seres humanos pueden llegar a límites impensables. Más aún cuando se trata de desavenencias conyugales que desembocan en un divorcio y la consabida división de bienes.
La denuncia que hoy realizaremos tiene como objetivo principal advertir una maniobra que se estaría por producir y que pone en riesgo la fuente laboral de 150 trabajadores en la ciudad de Gualeguay.
No son nuestras intenciones analizar ni opinar acerca de las cuestiones personales ni de la intimidad de esta pareja que hoy es protagonista de una disputa que, por sus características, podría desembocar en una decisión que tendría graves consecuencias sociales.
LOS PROTAGONISTAS
No entraremos en detalles sobre la identidad de estas personas. Sólo describiremos la situación planteada para que los lectores puedan entender como se llega a esta situación.
Se trata de un matrimonio de Gualeguaychú. El es un exitoso empresario que maneja varias sociedades cuyo patrimonio supera los 40 millones de dólares. Estos valores se traducen en propiedades inmuebles en Gualeguaychú, campos, y plantas frigoríficas que actualmente manejan el 25% del comercio mundial de carne equina faenada.
Su esposa, una mujer también de Gualeguaychú, que tuvo con este empresario cuatro hijos.
Al principio la vida transcurrió normalmente, con un nivel de vida excelente, acorde a la posición económica de esta familia.
Con el devenir de los años la relación entró en un franco deterioro. Comenzaron los episodios reiterados de violencia, que en muchos casos rozaron el límite de la muerte. Estos episodios duraron muchos años. La mujer intentaba en vano realizar las correspondientes denuncias, pero nunca logró que estas fueran tomadas.
De todos modos, la situación tomó estado público a través de distintos actores (médicos, abogados, familiares, amigos) que eran testigos de lo que estaba ocurriendo.
Finalmente, la relación terminó rompiéndose y sobrevino el divorcio.
LA DISPUTA
Con el trámite de divorcio comienza una feróz batalla legal, en la que este empresario adopta una dura posición, poniendo obstáculos de todo tipo a la hora de hacerse cargo de sus deberes.
Así, surgen los cuestionamientos a los montos por cuota alimentaria, obligación primordial en el seno de la familia.
Ante el lógico reclamo de división de bienes, este empresario aumenta su apuesta revanchista hacia su ex mujer y es aquí donde trasciende una posible maniobra que podría estar poniendo en marcha en próximos días para eludir su verdadera responsabilidad económica.
Lo que ha trascendido es que estaría dispuesto a “fundir” la empresa frigorífica que posee en Gualeguay si su ex esposa no deja de “molestarlo”.
La estrategia para “fundir” su propia empresa sería valerse de una empresa competidora que posee en la provincia de Buenos Aires, a nombre de testaferros. La idea sería quitar todos los clientes a la empresa que tiene en Gualeguay para que entre en quiebra y derivar toda esa masa de compradores a la empresa ubicada en la provincia de Buenos Aires.
De ese modo se quedaría con el negocio burlando los derechos de su ex esposa e incluso de uno de sus hermanos que también es accionista en la empresa Gualeya.
Es necesario destacar que la planta ubicada en la provincia de Buenos Aires está a nombre de una hermana que es carente de recursos propios, con lo que también podría estar generándole un perjuicio si alguna vez se investiga con qué fondos adquirió esa empresa.
Por otra parte, en relación a las actividades comerciales que este empresario realiza en provincia de Buenos Aires, en el año 2013 se inició una causa promovida por el abogado Fernando Burlando por el delito de fraude tributario, la que aún se encuentra en etapa de investigación en la UFI de La Plata.
LAS CONSECUENCIAS
Más allá de esta disputa conyugal que deberá resolverse en los ámbitos tribunalicios, lo que asombra es comprobar hasta dónde puede llegarse una persona para sacar alguna ventaja económica.
Es increíble pensar que una relación frustrada pueda derivar en la quiebra de una empresa y dejar a 150 trabajadores y sus familias en la calle, más todos aquellos que indirectamente trabajan para la misma industria.
Es de mentes inescrupulosas apelar a este tipo de maniobras sin pensar en las consecuencias que se habrán de generar en aquellos que todos los días concurren a su trabajo y cumplen su tarea para que este empresario siga creciendo.
Toda la información aquí recabada proviene de fuentes fidedignas y cumplimos con nuestra misión de publicarla para advertir a los directos involucrados y también a la justicia y los organismos fiscales de control para que actúen en consecuencia.
En la ciudad de Gualeguay, el cierre de esta empresa representaría un duro golpe, más aún cuando se sabe que las motivaciones no serían de índole económico, sino por un mero revanchismo de alcoba.
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