El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentó en marzo una nueva variedad de cebolla, llamada Alcira, que tendría la particularidad de no hacer llorar a quienes intenten cocinar con ella.
Picar, rebanar o filetear cebolla puede ser un procedimiento básico en la cocina -sobre todo porque ese vegetal es un ingrediente recurrente en innumerables recetas- pero la mayoría de las veces el chef hogareño termina sonándose la nariz con los ojos rojos y la duda de por qué se obliga a pasar por ese trance cada vez.
Ahí es donde entra Alcira, la creación del INTA San Pedro que fue inscripta semanas atrás en el Registro Nacional de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas. Esta cebolla es una mutación natural de las otras dos variedades registradas hasta el momento: la Paula y la Victoria INTA.
Desde el organismo informaron que la nueva variedad de cebolla “se presenta con alto rendimiento y un sabor menos picante que otras cebollas argentinas”. Ahora sólo falta que aparezcan socios para producirla a gran escala.
Alcira “produce bulbos de forma alargada, color amarillo marrón, con buena adaptación a la región pampeana. Su ciclo es intermedio con 210 días de siembra a cosecha, que se realiza a finales de noviembre”, describió Ignacio Paunero, especialista en mejoramiento genético de la Estación Experimental de INTA San Pedro.
Mutación espontánea.
Alcira surgió “probablemente producto de una mutación espontánea” que Paunero y su equipo notaron en la población de Paula INTA -que es de color morado- desde la campaña 2015.
“Dentro de la población de Paula INTA, de color morado, desde la campaña 2015 se observaron individuos con la misma forma de bulbo, pero de color amarillo marrón, probablemente producto de una mutación espontánea”, expresó Paunero.
“Por esto, durante la campaña 2017 decidimos seleccionar bulbos de esta coloración y multiplicarlos en forma aislada obteniendo algunas semillas”, explicó el ingeniero agrónomo.
Entre 2019 y 2021 los especialistas lograron bulbos de color amarillo marrón en el 100% de los casos, lo que demostró la estabilidad de la mutación.
En 2022 fue posible obtener una pequeña cantidad de semillas para ser evaluadas por instituciones, organismos de investigación y semilleros privados, por lo que en la actualidad el INTA busca “semilleros interesados en multiplicar esta nueva variedad” de cebolla.