El ejemplar, conocido como “Contender”, fue detectado en el Golfo de San Lorenzo mientras se alimentaba de focas para prepararse para el invierno.
El tiburón blanco más grande jamás registrado en el Atlántico ha sido avistado nuevamente, esta vez frente a la costa de Canadá. El ejemplar, apodado “Contender” por los científicos, mide 4,2 metros de largo, pesa aproximadamente 750 kilos y tiene una edad estimada de 30 años.
Contender fue marcado en enero por la organización Ocearch, que se dedica a estudiar grandes animales marinos, en las aguas de Florida, Estados Unidos. Según los especialistas, la presencia de este depredador tope tiene un impacto positivo en el equilibrio del ecosistema marino.
El avistamiento reciente tuvo lugar en el extremo norte del Golfo de San Lorenzo, frente a la península del Labrador, en Canadá. El rastreador que porta el tiburón, que se activa cuando su aleta dorsal sobresale del agua, emitió una señal la semana pasada, lo que permitió a los investigadores confirmar su ubicación. Chris Fischer, fundador y líder de expedición de Ocearch, destacó que Contender es “uno de los tiburones que más al norte hemos registrado”.
Durante el verano y el otoño, Contender se encuentra en la región cazando focas, una actividad que le permite acumular grasa en preparación para su migración invernal de regreso a Florida. Este comportamiento es esencial para su supervivencia en las aguas frías y, según explicó Fischer, también contribuye a proteger las reservas de peces. Cuando los tiburones blancos se alimentan de focas y las mantienen bajo presión, estos mamíferos marinos consumen menos recursos, lo que beneficia al ecosistema en general.
El tiburón blanco, conocido científicamente como Carcharodon carcharias, es un pez cartilaginoso considerado el depredador marino más grande y feroz de su grupo. Su cuerpo robusto, un hocico cónico, ojos negros y dientes triangulares serrados le permiten ser un cazador altamente eficiente. Además, su capacidad endotérmica, que le permite mantener su temperatura corporal por encima de la del agua circundante, lo hace adaptable a hábitats de aguas frías como el Golfo de San Lorenzo.
Fue detectado en el golfo de San Lorenzo, Canadá, donde caza focas antes. del invierno Foto: Ocearch.
Ocearch espera que el seguimiento de Contender no solo permita comprender mejor sus patrones migratorios, sino también identificar el primer sitio de apareamiento conocido de tiburones blancos, un objetivo clave en el estudio de esta especie. Este conocimiento podría ser crucial para la conservación de estos animales, cuyo rol como depredadores tope es indispensable para la salud de los océanos.
“Es increíble cómo el tiburón blanco contribuye al equilibrio del ecosistema”, afirmó Fischer. “Sin ellos, las focas consumirían todos los peces en la región, causando un desbalance. La presencia de Contender demuestra la importancia de estos depredadores en mantener la sostenibilidad del ecosistema marino”.
Este nuevo avistamiento subraya la capacidad de adaptación del tiburón blanco y su impacto ecológico en uno de los entornos más fríos del Atlántico. Los científicos continúan monitoreando sus movimientos, confiando en que su estudio permitirá generar mayor conciencia sobre la importancia de proteger a estos magníficos depredadores y su hábitat.