Puerta del Sol: “un año de silencio y de ninguneo al vecino”

IMAGEN ILUSTRATIVA.
Puerta del Sol: a year of silence and neglect of the neighbor.
Espacio gratuitamente cedido por DIARIO NOVA.
Ha transcurrido un año desde el anuncio del intendente respecto de la compra por parte de la Municipalidad del balneario “Puerta del Sol”. Y el mismo tiempo sin que los vecinos tengamos información precisa y certera sobre dicha operatoria.
Una gestión que intenta imponerse -desde el relato- como los campeones de la consagración de derechos, olvida que el acceso a la información pública es un derecho humano básico. Los concejales seguimos esperando la respuesta a un Pedido de Informes, de fecha 10 de febrero de 2020, donde se solicitaba información tan elemental como la superficie del terreno, el precio acordado en dicho convenio, el modo de contratación y el objetivo de la compra.
Hoy, un año después, ningún gualeguaychuense sabe nada al respecto. No brindar la información a los legisladores locales configura, en definitiva, una negación a la comunidad de Gualeguaychú.
En principio, los medios de comunicación -único canal utilizado por el intendente para dar cuenta de los actos de gobierno- informaban allá por diciembre de 2019 de una operación que rondaría los 20 millones de pesos. Pero hoy eso es una simple especulación, porque más allá de que estemos hablando de millones y los mismos no salgan de los bolsillos de los funcionarios, se ha decidido esconder los detalles del acuerdo de espaldas al vecino.
Lo expuesto deja al desnudo el desprecio de la actual gestión por la división de poderes y la obligación como mandatario de obrar con transparencia. Pero yendo al corazón de este tema, la compra de Puerta del Sol no suena a prioridad para el conjunto de la ciudadanía, máxime cuando todavía existen serios problemas estructurales por resolver. Muchos vecinos acaban de pasar la Navidad sin agua en sus hogares. Y si de Turismo se trata, el insignificante presupuesto asignado para 2021 echa por tierra la idea de que es un área trascendente para este Gobierno.
Suponiendo -porque nada sabemos- que dicha compra es parte de una idea estratégica y que conlleva aristas positivas: ¿Por qué no debatirlo? ¿Es más importante que construir viviendas, pavimento o cordón cuneta? Al menos, sería bueno que la comunidad pueda discutirlo, porque tenga el costo que tenga, lo pagarán los contribuyentes.
En lo personal, entiendo que debemos trabajar en mecanismos y medidas que sean generadores de trabajo genuino. Por ejemplo, rediscutir los mínimos imponibles de la Tasa de Comercio que tantas dificultades acarrea a los dadores de empleo. Industria y comercio necesitan de un Estado que no los asfixie para mantener un sector público ineficiente y asistencialista.
“Tal vez, la criminalización de la protesta social realizada contra los comerciantes -que incluso tuvo repercusión nacional por lo inédita y ridícula- fue el punto más álgido en esa mirada en contra del privado. Eso no puede pasar más, sobre todo en una localidad como la nuestra”.