Violencia de género.Ante la fiscal, contaron que los hechos de violencia en la pareja eran constantes. Y contaron que sufrieron de parte del acusado violencia física, verbal y psicológica.
Las empleadas domésticas fueron contundentes ante la Justicia: declararon que Fernando Farré, el empresario que degolló a su mujer Claudia Schefer en el country Martindale, agredía a su familia.
“Declararon todo lo que han visto y vivido durante estos años, principalmente Mónica respecto de todas las situaciones abyectas que le toco vivir en esta familia. Todas las violencias que puede imaginarse: verbal, física, psicológica, hostigamiento constante“, dijo Claudio Katis, abogados de ambas en su declaración ante la fiscal Carballido.
A su vez el profesional aseguró que “había un contexto de violencia generalizada, con los hijos y con las chicas también. Con todas las que prestaban servicio”. Y también contó “que desde el comienzo la relación fue violenta”. Katis dijo que María, una de las empleadas, “pasó tres días sin comer y sin dormir”, luego de enterarse del asesinato.
Schaefer ya había denunciado en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte de Justicia los golpes de Farré. Incluso nombró a María, testigo –al igual que los chicos de la pareja–, de un incidente en el cual Farré le había tirado los pelos, la empujó y hasta le puso la rodilla en la cara.
Por otra parte la querella descartó que declaren los tres hijos de Farré. El abogado dijo “no vamos a hacer declarar a los chicos bajo ninguna circunstancia”.
Schaefer y Farré llevaban 15 años de matrimonio. Ella tenía 44 años y era miembro del directorio de una famosa bodega. Él tiene 52 años y había sido empresario de una empresa de cosmética hasta que lo despidieron. Hacía dos semanas que Farré había dejado el departamento que compartían y se había instalado en el country Martindale, de Pilar, donde solían pasar los fines de semana. Hoy está detenido en una celda individual de la alcaldía III de Melchor Romero.
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