Diario Nova

Insólita fuga de un narcopiloto: fingió una enfermedad y huyó-Nova

Extraño caso en Misiones

 

 

Cayó con una avioneta con 400 kilos de droga. Logró la domiciliaria y desapareció. Lo denunciaron casi dos meses más tarde.

Lo atraparon con más de 400 kilos de marihuana cargados en la avioneta que piloteaba. Se llama Cristopher Andrei Cueto Lazcano, tiene 22 años, es boliviano y está procesado por narcotráfico en la provincia de Misiones. Preso, en noviembre pasado convenció a todos de que padecía una rara enfermedad autoinmunitaria y así consiguió abandonar su celda para mudarse a una derruida habitación de un inquilinato, con el beneficio de la prisión domiciliaria. Una vez allí se escapó con toda su familia. Lo más extraño es que las autoridades recién hicieron pública su fuga ahora, dos meses después.

El narcopiloto integraba la banda de María Alejandra “Muñeca” Fernández, una organización dedicada a traficar marihuana desde Paraguay hacia Córdoba, pero que tenía intenciones de poner un pie del otro lado de la Cordillera.

El boliviano había sido detenido el 19 de agosto de 2014 por la Policía Federal en un campo de la localidad cordobesa de Toledo, cuando aterrizó una avioneta Cessna 337 Skymaster cargada con más de 400 kilos de marihuana. El joven piloto y otros involucrados intentaron escapar en una camioneta, pero chocaron y continuaron con la fuga a pie. Los terminaron atrapando en medio del campo.

Cueto Lazcano cayó en la redada junto a siete cómplices, cinco de ellos argentinos. Unos días después, en la capital de Córdoba fueron apresados “La Muñeca” y luego su marido, Miguel Romero.

La Justicia Federal misionera –donde se inició la investigación que permitió llegar hasta el campo cordobés– procesó a todos los integrantes de la banda, medida que luego fue ratificada por la Cámara Federal de Apelaciones. Pero el piloto realizó ocho pedidos de excarcelación con distintos argumentos. Los siete primeros fueron rechazados, pero el último llevó a los jueces a pedir una serie de informes médicos antes de resolver si correspondía beneficiarlo con la libertad.

El piloto se presentó ante los médicos con varias ampollas en distintas partes del cuerpo y alegó que padecía una rara enfermedad autoinmunitaria similar al pénfigo y que su vida corría riesgo en el caso de permanecer en la cárcel sin el debido tratamiento médico.

Así, le dieron la prisión domiciliaria. Lo extraño del caso es que la Justicia no verificó las condiciones del inquilinato en el que los padres del piloto alquilaron una habitación para alojarlo tras su liberación. De haberlo hecho hubieran constatado que no reunía las condiciones higiénicas mínimas para alguien con esa supuesta patología.

El boliviano fue dejado en ese lugar junto a sus padres, sin custodia ni vigilancia encubierta. Apenas unos días después, el narcopiloto huyó junto a toda su familia. La fuga fue constatada el 17 de noviembre pasado.

Tras la huida, sus ex compañeros de celda contaron que Cueto Lazcano se había autoprovocado las lesiones frotándose la piel con una bolsa de polietileno que previamente encendía con un cigarrillo.

En la página web de Interpol Cueto Lazcano aparece hoy con pedido de captura librado por la Justicia Argentina por “contrabando agravado de estupefacientes”. 

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