Los ministros de Interior y de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Alberto Heber y Francisco Bustillo, respectivamente, quedaron en el ojo de la tormenta luego de que se conociera que entregaron de forma urgente un pasaporte a Sebastián Marset, sindicado como cabecilla de una red del narcotráfico por la Justicia local y por Interpol.
Marset, de 31 años, fue señalado recientemente como responsable del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, el 10 de mayo mientras estaba de luna de miel en Colombia.
Para qué usó el pasaporte el narco
El pasaporte del narco se imprimió el 25 de noviembre de 2021 y las autoridades, previa firma de un poder, se lo entregaron a su abogado Alejandro Balbi, para que un familiar se lo llevara en persona y no en valija diplomática, que demoraba un mes.
Marset necesitaba el pasaporte uruguayo para consolidar su versión ante las autoridades de Dubái, donde estaba detenido por un pasaporte paraguayo falso, y así recuperar la libertad.
Con el pasaporte de Uruguay en regla y ya en libertad, el narcotraficante abandonó Dubái antes de que Interpol emitiera una orden de captura internacional por los delitos de narcotráfico que se le imputan. Desde entonces está prófugo.
Interpelación en el Senado de Uruguay.
“Más allá de que no haya ilegalidad en la entrega de ese pasaporte, que es lo que argumenta el gobierno, lo cierto es que hay una actitud de facilitar los trámites de acuerdo al interés particular de una persona con un amplio prontuario criminal”, dijo a Télam el senador Mario Bergara, uno de los que impulsó la interpelación.
“Eso pone al Estado uruguayo en una posición de sospecha de connivencia, que es lo que queremos que nos expliquen los ministros”, agregó.
“Fue un procedimiento inusual, claramente funcional al interés de esta persona sindicada como narcotraficante y que, si bien en noviembre del año pasado no tenía causas abiertas, sí las tenía en 2019 y se le negó el pasaporte por esa razón. Todo esto amerita una explicación”, subrayó el senador del Frente Amplio.
La explicación del gobierno.
La explicación formal que dio el ministro del Interior fue que el pasaporte se otorgó porque “no había requerimiento ni alerta roja por parte de Interpol”.
Sin embargo, Fiorella Prado, en ese momento cónsul uruguaya en Emiratos Árabes Unidos, pidió al menos dos veces que se le indicara cómo proceder con la solicitud de tramitación y expedición del pasaporte debido a las advertencias que le habían llegado, informó el diario uruguayo El Observador.
En sus consultas, la respuesta que recibió desde la Dirección General de Consulares y Vinculación de la Cancillería uruguaya fue que continuara con el trámite, ya que cumplía con la normativa vigente; esa posición es la que han mantenido hasta ahora las autoridades de la Cancillería y del Ministerio del Interior.
También hubo advertencias del embajador de Uruguay ante Emiratos Árabes Unidos, Álvaro Ceriani, quien recomendó actuar con cautela.
Por su parte, el diario uruguayo El País publica que la identificación del “clan familiar” liderado por Marset, conformado en Paraguay para ejecutar desde allí actividades del narcotráfico internacional y lavado de activos, fue reportado en un informe de la inteligencia paraguaya el 4 de mayo de 2021, seis meses antes del episodio del pasaporte en Dubái.
El asesinato del fiscal paraguayo.
La semana pasada el flamante presidente de Colombia, Gustavo Petro, insistió en que el uruguayo Marset estaba detrás del asesinato.
“La investigación sobre el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci cometido por el narcotraficante uruguayo Marset en territorio colombiano demuestra que hace mucho el narco dejo de ser un problema bilateral colombo estadounidense y es hoy un problema americano y mundial”, escribió Petro en su cuenta de Twitter el viernes pasado.
Dentro del grupo está también el uruguayo Federico Santoro Vasallo, poseedor de antecedentes penales, dedicado a realizar “cambios de divisas y a habilitación de cuentas a través de casas de cambios para el envío y recepción de grandes sumas de dinero en el exterior”.
En las últimas horas, a su vez, este hombre también buscado por Interpol fue señalado de ser el encargado de trasladar a los tripulantes del avión iraní Emtrasur que estuvo en Paraguay y Argentina, y que Uruguay no dejó aterrizar.
