Diario Nova

Encienden en Roma un antiguo faro para recordar a los desaparecidos argentinos

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They light an old lighthouse in Rome to remember the Argentine disappeared.

Por una iniciativa ciudadana, por primera vez se prendió el Faro del Gianicolo, donado en 1911 por los “tanos” de la Argentina a la capital italiana, en un inédito homenaje a las víctimas de la dictadura argentina.

OMA.- Entre los diversos actos que hubo hoy en Roma para recordar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, hubo uno sin precedente: por primera vez se prendió el antiguo Faro de la colina del Gianicolo en homenaje a los desaparecidos.

Se trató de un recordatorio inédito, que fue organizado por un comité ciudadano presidido por Ángel Marasca, argentino de 52 años que vive en Roma desde 2001. “Todo esto sale de la gente, no tiene nada que ver con las embajadas, somos un grupo de cincuenta personas, gente de barrio, normal, amas de casa, algunos argentinos, pero muchos italianos, del barrio de Campo dei Fiori, que nos unimos para pedirle a la comuna de Roma este homenaje para hacer memoria”, contó  Marasca.

“En el comité ciudadano no hay ideologías, ni partidos políticos, ni estructuras, somos todos iguales, no hay diferencia de ningún tipo y para nosotros fue una victoria que el año pasado, en plena pandemia, se aprobara esta moción para que se pudiera hacer hoy este homenaje a los desaparecidos”, agregó.

Marasca destacó que es la primera vez que se prende el Faro del Gianicolo, monumento emblemático de la colina homónima desde la cual hay una vista espectacular sobre la ciudad eterna, relacionado con la historia de inmigración italiana a la Argentina. El faro, de hecho, fue un regalo de los “tanos” de Argentina a la capital, realizado en 1911, hace más de 100 años.

La moción para que se realizara este homenaje a los desaparecidos argentinos, entre los cuales se cuentan unos 5000 de origen italiano, fue llevada adelante por el consejero comunal Roberto Allegretti. La moción prevé, además, la construcción de un Monumento a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, dedicar plazas, vías y avenidas a las víctimas de la dictadura, así como la promoción de seminarios y demás actividades educativas que recuerden esta trágica página de la historia contemporánea.

“Cuando aprobaron la moción, dejé de tener pesadillas todas las noches con todo lo que sufrí siendo adolescente y chico durante la dictadura”, confió a La Nación Marasca, editor de libros de historia antigua, que contó que de muy joven, en Bernal Oeste, donde nació, también fue víctima de los militares. “Junto a otros chicos, siendo adolescente, fui secuestrado por una patrulla que nos llevó a una comisaría, donde nos desnudaron, nos torturaron por 12 horas y cuando nos largaron nos dijeron que si contábamos algo nos mataban”, evocó. “Otra vez, tenía 12 años, era un sábado, corríamos en un plaza, nos pararon, nos ordenaron que nos tiráramos al piso con las manos en la nuca, amenazándonos con un fusilamiento… Era algo que nunca le había contado a nadie… Ni siquiera a mis padres, porque lo había removido, pero que me pesó psicológicamente durante décadas”, agregó. En el Comité ciudadano que preside y que tuvo el logro de que se encendiera por primera vez el Faro del Gianicolo en memoria de los desaparecidos, también se encuentra el excónsul italiano en Buenos Aires, Enrico Calamai, famoso por haber ayudado a escapar del país a varios connacionales en peligro.

Al margen de este homenaje, que tuvo lugar pese a las restricciones vigentes por coronavirus, la embajadora argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva, invitó a una misa especial en el “Oratorio di San Francesco Saverio del Caravita”, presidida por el padre jesuita Massimo Nevola, superior de la Comunidad de San Ignacio y concelebrada por monseñor José Antonio Rodríguez, de la Secretaría de Estado. “Fue la primera misa de la embajada argentina ante la Santa Sede un 24 de marzo en 38 años de democracia y también le rendimos homenaje a San Romero, que fue asesinado en El Salvador un 24 de marzo también”, destacó Silva.

El embajador argentino ante Italia, Roberto Carlés, en tanto, participó de diversos eventos, entre los cuales la inauguración de la muestra fotográfica Ausencias de Gustavo Germano en la Casa Argentina, un encuentro de juristas y académicos sobre el proceso de Memoria, Verdad y Justicia y la presentación del libro de Mario Villani y Fernando Reati “Desaparecido: memorias de un cautiverio”, desde la Cátedra Argentina de la Universidad de Roma TRE.