Diario Nova

Brasil va a un hundir un portaaviones “fantasma” que lleva meses a la deriva y tiene una carga tóxica

carga toxica

Brazil is going to sink a “ghost” aircraft carrier that has been adrift for months and has a toxic load.

Ningún puerto quiere recibirlo. Deambula sin rumbo en el Océano Atlántico desde hace meses. ONGS denuncian un crimen ambiental.

El portaaviones brasileño “Foch” es un buque fantasma que va a ser hundido en el medio del océano Atlántico con una carga tóxica.

Ningún puerto quiso recibirlo, ni siquiera los de su propio país. Sin una ruta establecida, desde hace meses deambula por el Atlántico sin rumbo fijo y con una carga de amianto, pinturas y otros desechos tóxicos.

Su destino ya fue decidido. En una polémica medida, las autoridades brasileñas anunciaron que la antigua joya de la Marina francesa, que pasó en el 2000 a manos de la Marina de Brasil, será hundido a pesar de los fuertes cuestionamientos de organizaciones ambientalistas.

Por qué la Marina brasileña va a hundir un portaaviones lleno de amianto.

La decisión es polémica: la vieja embarcación de 266 metros de eslora está llena de amianto, pinturas y otros desechos tóxicos, según indicaron varias organizaciones ambientales.

”Ante el riesgo que implica el remolque y en virtud del deterioro de las condiciones de flotabilidad (…) el único proceder posible es abandonar el casco mediante un hundimiento planeado y controlado”, explicaron en un comunicado conjunto la Marina y el Ministerio de Defensa de Brasil.

”Un hundimiento espontáneo” del casco era inevitable, añadieron. Hace dos semanas, la Armada brasileña había anunciado que estaba amarrando el antiguo navío en un punto del océano Atlántico, a 315 kilómetros de la costa del país.

Sin embargo, aclaró que no autorizaría su regreso a un puerto ni a aguas territoriales de Brasil.

Organizaciones ambientalistas advierten sobre “un gran crimen ambiental en el mar”.

Varias ONG ya expresaron su temor de que Brasil cometa “un gran crimen ambiental en el mar”. La asociación Robin des Bois describió a la vieja embarcación como “un paquete tóxico de 30.000 toneladas”.

Construido en los años 1950 en Saint-Nazaire, en el oeste de Francia, el “Foch”, que durante 37 años estuvo al servicio de la Armada francesa, fue llevado hasta el punto en el que será hundido por un remolcador neerlandés, contratado por el astillero turco Sok Denizcilik.

El astillero lo había comprado en 2021 para desguazarlo, pero amenazaba con abandonarlo si no encontraba un puerto que lo acogiera.

Las idas y vueltas del portaaviones brasileño Foch.

En junio de 2022, obtuvo la autorización de las autoridades brasileñas para transportarlo a Turquía para su desguace.

Pero, cuando estaba a la altura del estrecho de Gibraltar, a finales de agosto, las autoridades ambientales turcas comunicaron que ya no era bienvenido.

La Fiscalía brasileña había intentado impedir judicialmente que la Armada hundiera la embarcación, pero su pedido fue negado este miércoles por un tribunal del estado de Pernambuco, en el noroeste del país.

La antigua gloria de la Marina francesa, capaz de catapultar aviones de 12 a 15 toneladas a una velocidad de despegue de 278 kilómetros por hora, había sido adquirida por Brasil en 2000, que lo rebautizó “Sao Paulo”.