“Máximo, a child from Gualeguay in a National Emergency, urgently needs a heart transplant.”
Por: Marisa Schaaf.
“En el cielo no se necesitan los órganos, donar órganos es un inmenso acto de valentía y amor en medio del dolor, es sembrar esa luz de esperanzas en el que los recibe.”
Máximo Benjamín Ferreyra Zárate, un niño de 6 años de edad, nacido en la ciudad de Gualeguay, provincia de Entre Ríos, actualmente reside en la localidad de Lujan, provincia de Buenos Aires, necesita de forma urgente un trasplante de corazón.
Captura de Instagram: uncorazonpramax.
En diálogo con la redacción de NOVA COMUNICACIONES, Danna Zárate, la mamá de Max nos contó su historia.
Max, hace cinco meses atrás era un niño sano, junto a su familia llevaba una vida totalmente normal para un niño de su edad, hasta que un día en una consulta pediátrica, le ordenaron una placa de tórax para determinar si sus pulmoncitos presentaban mocos, en ese estudio radiográfico, los médicos observaron una anomalía en el corazón de Max, éste era de un tamaño aumentado.
Luego de pasar por otros estudios de mayor complejidad, Máximo fue diagnosticado con una “Miocardiopatía restrictiva”.
El único tratamiento posible para Máximo es un trasplante de corazón.
¿Qué es la miocardiopatía?
La miocardiopatía es una afección cardíaca crónica que deteriora el músculo cardíaco (miocardio). El músculo cardíaco se agranda, engrosa o endurece de manera anormal. Finalmente, el corazón es incapaz de bombear de manera eficaz y no puede suministrarle al cuerpo suficiente sangre para funcionar. En casos graves, la miocardiopatía puede provocar insuficiencia cardíaca.
Trasplantes de emergencia: cuando la vida depende de la donación de órganos.
Máximo ingreso a la lista de Emergencia Nacional y está a la espera de la llegada de su ángel donante.
“Los casos categorizados por el INCUCAI como emergencia son personas cuya patología sufre un agravamiento tal que están en peligro la vida, si no reciben el trasplante”.
Si bien la donación de órganos en Argentina tuvo un punto de inflexión en el año 2018, cuando se sancionó la “Ley Justina” que convirtió a todas las personas mayores de edad en donantes, salvo que expresen su voluntad contraria. Sin embargo, ese cambio no alcanzó a las donaciones pediátricas, que siguen requiriendo de la autorización de un adulto para concretarse.
En tanto la admirable entereza y fortaleza de la familia de Max, ellos han creado una página de Facebook para concientizar sobre la importancia de la donación de órganos pediátrica.
