Diario Nova

Boicot a la “cosa navideña”-Nova

REGALOS PARA NIÑOS

Poco importa si a Papá Noel lo creó la Coca Cola; es un personaje inspirado en el protagonista de una leyenda europea, o si la ropa que usa para habitar el Polo Norte es un tanto incongruente para repartir los regalos en esta parte del planeta.

Lo que sí importa, es que algunos adultos intenten “abrir las mentes” de sus pequeños hijos o alertar a la sociedad de los “mitos de la sociedad de consumo” (luego de que ellos han crecido y disfrutado del cuento) boicoteando el desarrollo mental sano de quienes se encuentran explorando el territorio de las fantasías, como nunca más volverán a hacerlo a lo largo de su vida…
Porque los seres, lugares, espacios y relatos maravillosos no son más que los primeros ensayos de aproximación que tiene el ser humano con la parte no visible, palpable, medible ni cuantificable de la realidad; y al mismo tiempo tan real como todo aquello que podemos ver, tocar y experimentar por medio de nuestros sentidos.
Entonces si atacamos el natural pensamiento mágico del niño creyendo que así nos constituimos en modelos coherentes, los perjudicamos más de lo que pensamos favorecer. Con el tiempo todos aprendemos qué es “fantasía” y qué no lo es.
Pero la capacidad de “creer” en lo que no se ve, en lo que intuyo que existe, pero no puedo probar científicamente; en los proyectos que visualizo pero que nadie ha dejado huella aún, encuentran su raíz primera en esa certeza que tienen todos los niños de que el mundo que imaginan es tan real como el que viven, o dicho de otra manera: viven envidiablemente los sueños que crean…
Estas historias que por ser patrimonio de todos no tiene una única versión, nos dejan el camino libre para cargar al personaje de los atributos y cualidades que nos parezcan más apropiadas.
Quién estableció que Papá Noel trae juguetes grandes o pequeños, de marcas específicas o artesanales, acaso no puede traer dulces que prepare con sus duendes? Acaso no encarna el espíritu de la Navidad, el de la solidaridad, tan indispensable en cualquier comunidad, que es más dar que consumir, como lo hiciera San Nicolás con las tres doncellas pobres, que no tenían dote para casarse…
No sólo no tendríamos que atacar estos relatos sino, más aún, somos los responsables de co-crear, fomentar y acompañar el sano desarrollo de la psique de los pequeños, respetando su etapa de inocencia y el espontáneo disfrute que hallan al dejar libre su imaginación, fuente inagotable de creatividad.