Entre Ríos Gualeguaychú.
“Inseguridad imparable”.
Como ya hemos venido informando en los últimos meses, las actividades delictivas en la zona rural del departamento Gualeguaychú continúan desarrollándose con absoluta impunidad.
NOVA fue el único medio que dió a conocer los robos en estancia “Las Rosas”, ubicada detrás del Aero Club Gualeguaychú.
Allí, los ladrones se llevaron varias armas de fuego que nunca pudieron recuperarse. No sabemos exactamente la cantidad, pero trascendió que son muchas las armas robadas y algunas de ellas hasta tendrían detalles en oro, con lo cual se supone que tienen un alto valor económico.
Otro robo importante tuvo lugar en el mes de Diciembre del año pasado en un campo de Perdices, donde los delincuentes se alzaron con 17 escopetas calibre 12.70 y 16 de un establecimiento que pertenecería a un vecino de apellido Altuna. Este hecho fue denunciado en Comisaría 7ma.
Recordamos también los robos recientes a la estancia “El Clarín” y “La Estopona”.
Otro robo que se produjo días atrás tuvo lugar en “El Potrero” (calle 5 y 7). Allí, el encargado, de apellido Sosa, llegó al establecimiento y se encontró con la novedad que le habían robado electrodomésticos y un arma de guerra de alto calibre.
Como vemos, los “bandidos rurales” asolan el departamento y siguen haciendo de las suyas, mostrando claramente que son muy conocedores de los lugares que roban, prefiriendo llevarse armas.
En este momento, esta banda está en poder de un verdadero arsenal y transitan entre nosotros como si nada.
Si siguen así, estarán mejor armados que la policía y serán cada vez más imparables.
Pareciera que nada se hace con estos bandoleros, nadie se inquieta por esta problemática que, por otra parte, ni siquiera se saca a la luz.
Hasta el momento, somos el único medio que está informando sobre esta situación y alertando para que se tomen medidas urgentes.
Si no se pone freno a las andanzas de estos delincuentes, corremos el riesgo de caer en la “justicia por mano propia” y desatar una verdadera guerrilla entre delincuentes y propietarios de campos que están cansados de padecer el ataque de estos “amigos de lo ajeno”-
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