The simple trick to lose weight, backed by science, that allows you to lose 94% more weight in a week.
Un grupo de científicos de la Universidad de Alabama descubrieron que el horario de la alimentación influye en la quema de calorías y mejora la presión arterial.
Ponerse a dieta es un propósito se hacen millones de personas y que en muchas ocasiones es complicado de llevar a cabo. Sobre todo si se trabaja y se ve obligado a comer fuera de casa cada día. O los fines de semana, donde muchas de las opciones de ocio pasan por disfrutar de la gastronomía en nuevos lugares u otros ya frecuentados de forma habitual y que complican seguir la dieta. En muchas ocasiones se recurre a las denominadas dietas milagro, que ayudan a perder peso de forma rápida, la misma velocidad con la que se vuelve a recuperar, el temido efecto rebote que puede hacer que acabemos con más peso que antes de plantearnos adelgazar unos kilos.
La restricción calórica, la ingesta de agua y el deporte son tres elementos que deben estar presentes en cada dieta. Y si se añaden algunos alimentos de los denominados quemagrasas, la pérdida de peso se producirá de forma paulatina pero segura. Pero si a todo esto se le une un truco que la ciencia ha comprobado que es eficaz cien por cien y que ayuda a perder hasta un 94 por ciento más de peso en una semana, mejor.
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llevar una dieta equilibrada, hacer deporte y beber al menos dos litros de agua son fundamentales para la pérdida de peso.
Un grupo de científicos norteamericanos de la Universidad de Alabama descubrieron que las personas que siguieron un régimen estricto de comidas perdieron 2,3 kilos más en comparación con otros participantes durante 14 semanas. También experimentaron una reducción en la presión arterial e incluso, dicen, hasta les mejoró el estado de ánimo.
El truco es sencillo. No comer nada a partir de las 15:00 horas. Los científicos observaron la alimentación restringida en el tiempo, también conocida como ayuno intermitente, tiene efectos muy positivos en la pérdida de peso. Según los investigadores, si una persona se alimenta en una ventana de 8 horas y hace ayuno el resto del día los resultados serán mejores. Por ejemplo, hacer la primera comida del día al mediodía y cenar a las 20:00 horas.
Los investigadores buscaron específicamente cambiar la ventana de alimentación lo más temprano posible, entre las 07:00 y las 15:00 horas porque consideraron que el cuerpo y el metabolismo están mejor preparados para lidiar con los alimentos más temprano que tarde, lo que podría aumentar aún más la quema de grasa.
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