El Ejecutivo volvió a diferir la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono, prevista para octubre. La medida busca evitar un nuevo golpe al bolsillo en plena campaña electoral y contener la presión inflacionaria.
El Gobierno nacional volvió a postergar la actualización en el impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL), al trasladar la suba para el mes de noviembre, a través del Decreto 699/2025 que fue publicado este miércoles en el Boletín Oficial.
Así, el Ejecutivo decidió diferir los incrementos remanentes en los montos de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono, que corresponden a las actualizaciones correspondientes al año calendario 2024 y a los primeros dos trimestres del año 2025, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.
Según el documento oficial, posponer el incremento se da “con el propósito de continuar estimulando el crecimiento de la economía a través de un sendero fiscal sostenible”. En ese sentido, se considera “necesario, para los productos en cuestión, volver a diferir los incrementos remanentes originados en las referidas actualizaciones”.
¿Por qué se posterga el aumento de impuestos a los combustibles?
En un contexto de creciente presión inflacionaria tras la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas bonaerenses de septiembre, y la inminencia de los comicios de octubre, el Gobierno decidió poner paños fríos respecto de los aumentos y evitar un impacto de cara a las elecciones.