La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que el grupo “asesina a quienes se les oponen” y explicó que bajo las directrices del presidente Trump se está aplicando “un enfoque de todo el gobierno para arrestar y deportar a estos terroristas extranjeros”.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció la apertura de una acusación formal contra diez integrantes del Tren de Aragua, señalados de participar en una conspiración de crimen organizado y de cometer delitos violentos en territorio estadunidense.
Dentro de la acusación, se menciona a Keiber Jaén Martínez, Samuel González Castro, Eferson Morillo-Gómez, Keiver Silva-Jiménez, Keineyer Ibarra-Mujica y Marlon Farias como responsables del asesinato de Claretha LaQuesha Daniels y Justin Lawless, ocurrido el 24 de mayo de 2024 en el Bronx.
La Fiscalía detalla que el ataque dejó además a una tercera persona herida. En otro episodio, González Castro fue acusado de disparar contra un miembro de la banda rival Anti-Tren el 3 de agosto en Queens, hiriendo también a un transeúnte.
El Tren de Aragua hace presencia en Colorado, Estados Unidos. Foto: Captura de video de X.
Los fiscales estadounidenses señalan que al menos seis de los acusados ya habían sido vinculados en abril a cargos de crimen organizado, tráfico sexual y posesión de armas. Ocho de ellos están bajo custodia federal o estatal, mientras que Silva-Jiménez continúa prófugo y Farias había sido deportado previamente del país.
“El Departamento de Justicia está totalmente comprometido con la destrucción del Tren de Aragua y con llevar a sus miembros ante la justicia”, declaró la Fiscal general, Pamela Bondi, al presentar la acusación. La funcionaria sostuvo que este paso refleja un esfuerzo coordinado por desmantelar la organización en territorio estadounidense.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que el grupo “asesina a quienes se les oponen” y explicó que bajo las directrices del presidente Trump se está aplicando “un enfoque de todo el gobierno para arrestar y deportar a estos terroristas extranjeros” y añadió que la acusación representa una victoria para el sistema judicial y advirtió que quienes ingresen ilegalmente y violen la ley enfrentarán detención y deportación permanente.
Venezuela ofrece recompensa por El Niño Guerrero Foto: Cortesía.
El agente especial Ricky J. Patel, de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), describió que el Tren de Aragua ha desatado “un régimen de terror en Nueva York” y que la estrategia consiste en desmantelar sus operaciones “pieza por pieza”.
La comisionada de Policía de Nueva York, Jessica S. Tisch, subrayó que la acusación responde a los esfuerzos de la Policía de Nueva York en coordinación con otras agencias para frenar las actividades del grupo en la ciudad.
Los crímenes del Tren de Aragua.
En el documento judicial se incluyen asesinatos, tráfico sexual, tráfico de drogas y robos a mano armada como parte de las actividades atribuidas a la organización para “enriquecer a los miembros y asociados del Tren de Aragua”.
El expediente revela que la banda no solo delinque en Colombia, Perú y otros países de la región, sino también en Nueva York, y entre sus objetivos, según el documento, se incluyen preservar el control territorial, obtener ganancias mediante tráfico de personas y drogas, y mantener el miedo a través de amenazas y violencia.
De acuerdo con las investigaciones, la red trasladaba mujeres jóvenes desde Venezuela a Perú y a Estados Unidos, denominándolas “multadas” por las deudas que debían pagar mediante la explotación sexual. El texto indica que quienes intentaban huir eran amenazadas, agredidas, secuestradas o incluso asesinadas.
Paralelamente, el grupo impulsaba la distribución de drogas como ‘tusi’ –mezcla que contiene ketamina- y ejecutaba robos armados para financiarse.
Los hechos consignados en el expediente señalan también que el Tren de Aragua recurría a la violencia interna para resolver disputas, atacar a rivales como Anti-Tren y garantizar el sometimiento de las víctimas. Además, utilizaba redes de alojamiento y transporte para facilitar la huida de miembros perseguidos y aplicaba amenazas contra posibles testigos con el fin de obstruir procesos judiciales.
La investigación detalla episodios puntuales: el asesinato de Daniels y Lawless en el Bronx, el ataque armado contra un miembro de Anti-Tren en Queens y un robo violento a un concesionario de automóviles el 30 de septiembre de 2024. Cada uno de estos actos fue atribuido a diferentes integrantes de la organización, reforzando la acusación de conspiración criminal.