They discover a type of coffee that could prevent Alzheimer’s.
La cafeína, ese ingrediente protagonista en muchos desayunos, parece inhibir la proteína tau, relacionada con aparición de la enfermedad.
Los primeros estudios que relacionan el café con efectos beneficiosos para la memoria y el desempeño cognitivo aparecieron hace más o menos 10 años. Así por ejemplo, un estudio de 2012 publicado en PLOS One descubrió consumir 200 miligramos de cafeína (el equivalente a dos tazas de café) antes de una prueba de memoria ayudó a las personas a recordar palabras con asociaciones positivas significativamente más rápido.
También se ha vinculado con la memoria a largo plazo. Y así, los investigadores de Johns Hopkins descubrieron en 2014 que la cafeína tiene un efecto estimulante de la memoria hasta 24 horas después de consumirla. Si quieres saber más sobre este y otros experimentos, puedes leer este artículo.
El último estudio, publicado hoy, que ha investigado el efecto de la cafeína en el cerebro ha sugerido que el café puede hacer mucho más que mantenernos “despiertos” y mejorar nuestra atención o memoria. De hecho, en pruebas preliminares de laboratorio in vitro los compuestos del espresso parecen inhibir la agregación de la proteína tau, un proceso que se ha relacionado con aparición de la enfermedad de Alzheimer.
Para preparar un expreso se hace pasar agua caliente a través de granos de café finamente molidos, creando un extracto concentrado. A menudo se utiliza como base para otras bebidas, como el tan de moda espresso martini.
Así, científicos de la Universidad de Verona (Italia) han descubierto que el café fuerte puede proteger a las personas de la enfermedad de Alzheimer. El trabajo, publicado en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, demuestra que un trago oscuro de café destruye las proteínas tau que se acumulan en el cerebro, un proceso que, según se ha descubierto, conduce a la enfermedad de Alzheimer.
“Aunque aún no están claros los mecanismos exactos que causan estas enfermedades, se cree que una proteína llamada tau desempeña un papel importante”, afirma Mariapina D’Onofrio, autora principal del estudio.
En las personas que no padecen la enfermedad neurodegenerativa, la proteína tau ayuda a estructurar y estabilizar el cerebro, pero cuando se padece Alzheimer se aglutina y estos ovillos causan demencia, que ralentiza la memoria y el pensamiento. Cuando las personas beben café expreso, o café fuerte, estos ovillos (también llamados fibrillas) no se producen.
D’Onofrio y el resto del equipo italiano utilizaron granos comprados en tiendas y analizaron su composición química con una espectroscopia de resonancia magnética nuclear. Eligieron la cafeína y la trigonelina, ambos alcaloides, el flavonoide genisteína (con beneficios probados para la memoria) y la teobromina, un compuesto que también se encuentra en el chocolate.