El fiscal Badano lleva indagadas a 150 personas beneficiadas y solo 5 créditos otorgados por Acción Social serían legítimos. Las pruebas de facturas adulteradas y beneficiarios falsos se acumulan. Desde el entorno de los investigados se comenta que Pedro Gebhart y sus socios contables no estarían dispuestos a «inmolarse» y ya negociarían una declaración como arrepentidos que podría comprometer directamente a la exministra Laura Stratta.
La causa judicial que crece.
La causa judicial por los denominados «créditos truchos», otorgados durante la gestión de Pedro Gebhart al frente de la Secretaría de Desarrollo Económico y Emprendedor, ha tomado un nuevo impulso tras las últimas indagatorias encabezadas por el fiscal Gonzalo Badano, superando todas las expectativas iniciales.
Según ha podido reconstruir este medio a partir de información proveniente de la fiscalía y de fuentes judiciales, el caso tiene múltiples similitudes con otro escándalo que también involucró a un hombre del círculo de confianza de Stratta: los subsidios truchos. En este caso, el mecanismo es muy parecido —un desvío sistemático de fondos públicos— pero con montos considerablemente mayores, lo que agrava aún más el daño al tesoro provincial.
La investigación del fiscal Badano: cifras que alarman
La pesquisa dirigida por el fiscal Gonzalo Badano avanza día a día. Los números que arroja la causa son elocuentes y reveladores:
* Ya han sido indagadas 150 personas.
* De todos los créditos otorgados por la cartera de Acción Social durante la gestión de Gebhart, solo cinco han sido identificados como legítimos y son los únicos que comenzaron a ser devueltos.
Según trascendió desde la fiscalía, es “impresionante” la cantidad de pruebas documentales falsas encontradas. Además, “aparecen dos o tres nuevos casos de créditos truchos por día”, confirmó una fuente cercana a la investigación.
La maniobra repetida sería la presentación de facturas apócrifas y documentación comercial adulterada para justificar proyectos de emprendedores que nunca existieron.
Un caso que compromete a la exministra
Las fuentes judiciales son tajantes: la magnitud y la metodología del desvío de fondos comprometen seriamente a quien estaba a cargo del ministerio en ese momento, Laura Stratta. Se trata, indican, de un caso “muy similar al de los subsidios truchos” pero con un perjuicio económico mayor.
La diferencia con el caso del joven de Victoria —Ignacio Oñativia, también estrechamente vinculado a Stratta— es que allí él asumió la autoría total de los hechos. La Justicia entendió, o quiso entender, que actuó en soledad, y no se investigó a nadie más, a pesar de las gravísimas irregularidades. Esa causa, según indican fuentes judiciales, debería ser reabierta, ya que resulta inverosímil que semejante maniobra pudiera haber sido llevada a cabo por una sola persona sin complicidad administrativa, al menos por omisión con conocimiento del hecho.
¿Se quiebra el pacto de silencio? El posible arrepentimiento
El hilo más explosivo de la investigación es la posible fractura en el núcleo duro de los implicados. Según información obtenida por este medio de fuentes con acceso a la defensa, Pedro Gebhart y un grupo de contadores de su confianza estarían negociando con la fiscalía acogerse a la figura del arrepentido.
La estrategia responde al malestar por sentirse abandonados por la cúpula política. Lejos de “inmolarse”, se preparan para «cantar». Esto significa que sus declaraciones judiciales buscarían desplazar la responsabilidad hacia arriba, apuntando a la entonces ministra y actual diputada provincial Laura Stratta, quien supervisaba el área. La maniobra buscaría probar que la estructura y las órdenes del sistema de desvío no eran autónomas, sino que respondían a una conducción política ministerial.
Los antecedentes de la familia Gebhart
La investigación periodística también vuelve sobre el entorno de Pedro Gebhart. Su hermano, Diego Gebhart, y su padre fueron conocidos en el ambiente por su participación en un negocio millonario de loteos en la zona del Acceso Norte de Paraná, que derivó en una presunta estafa.
Las denuncias habrían sido frenadas durante la gestión de Sergio Varisco, tras pedidos de informes impulsados por los diputados del PJ Gustavo Guzmán y Gustavo Zavallo. Según consta en archivos, incluso la entonces ministra de Gobierno Rosario Romero intervino con amparos y denuncias públicas para frenar esta maniobra. El caso involucró la obtención fraudulenta de factibilidades para lotear, falseando documentación técnica y estudios ambientales con complicidad de funcionarios.
Stratta y Gebhart: una relación de confianza
La estrecha relación entre Stratta y Gebhart es un dato central en la causa. Desde su lugar como presidenta del Senado, Stratta impulsó el nombramiento de Gebhart en el segundo cargo más importante del Ministerio de Desarrollo Social, justo debajo de Juan José Bahillo.
Cuando terminó su paso por el ministerio, Stratta intentó blindarlo políticamente: primero con un pase a planta permanente y luego, ya como vicegobernadora, lo incorporó al Senado provincial con categoría uno, el sueldo más alto del ámbito legislativo. Esta designación fue posteriormente revertida por la actual presidenta del Senado, Alicia Aluani, quien la dio de baja al poco tiempo de asumir.
La imagen que lo resume todo.
Una imagen sintetiza lo que la fiscalía intenta demostrar: Stratta recorría la provincia entregando créditos truchos. Ella era la cara visible de estos programas en actos públicos, mientras que Gebhart —ya como subsecretario— operaba desde la estructura administrativa.
Para los investigadores, no fue un error, sino un sistema institucionalizado. Ahora esperan que la declaración de los arrepentidos confirme lo que las pruebas ya indican: que los créditos truchos fueron parte de una trama organizada con ramificaciones que alcanzan a los más altos niveles del gobierno anterior. En el centro de la escena política y judicial, la figura que se roba el protagonismo es Laura Stratta.
Fuente: El Portal de Ricardo David.
