La Administración Bordet se caracterizó por la falta de crecimiento de la provincia y una total falta de transparencia de los actos de gobierno, que desembocaron en una derrota electoral contundente del Justicialismo que comanda, que sobre todo se notó en Concordia, cuna del Gobernador, donde se perdió por números escandalosos el llamado bastión del peronismo entrerriano, algo que jamás había ocurrido, ni estaba en los cálculos de nadie.
Bordet hands over command having “handed over” Peronism from Entre Ríos and with a management plagued by debts and administrative doubts.
La doble gestión de Gustavo Bordet queda signada por el empobrecimiento y retroceso generalizado de la provincia. No hubo obras de infraestructura importantes tendientes al cambio de la realidad de los entrerrianos. Solo un montón de parches, obras mal terminadas, montajes escénicos, y promesas incumplidas, promesas que se siguieron haciendo hasta el final de la campaña proselitista.
Desde la gobernación se intentó sellar herméticamente los manejos de nombramientos de personal, tanto es así que Bordet se va sin haber dado la nómina de funcionarios. Lo entrerrianos no saben quiénes ni cuántos son los que cada mes se benefician con sueldos de cifras grandilocuentes por actividades desconocidas. Se usó al Estado como AGENCIA DE COLOCACIÓN donde hoy quedan como empleados, familiares, amigos, asociados políticos, y otros “vínculos personales”.
Bordet protegió de sobre manera a su gran compañera Stratta, la defensora y propulsora del secretismo en los manejos de fondos de la Senaduría, y con poco merito político la colocó PRIMERA en la lista de diputados provinciales, asegurándole fueros y la chance de ser jefa de la oposición. Por ahora la deja fuera del alcance de la Justicia que la tiene en la mira por varias causas desde la época en que era Ministra de Acción Social.
Otra gran beneficiada es la esposa de Bordet, Mariela Ávila, que sin NINGUN merito político fue ubicada tercera en la lista de diputados del PJ, lo que también la pone a salvaguarda por los fueros luego de haber manejado los millonarios fondos de la fundación del IAPSER (Instituto del Seguro), de los cuales no hay información sobre ningún balance, ni rendición de cuentas al que se pueda acceder para tener conocimiento del movimiento de dinero que realizó. Solo se puede relevar algunos aportes que se hicieron públicos a diferentes instituciones provinciales, pero no hay información oficial de gastos, como los que se realizan en contrataciones para los eventos, convenios o los gastos en folletos y elementos de propaganda que se han aportado a diferentes organismos del gobierno provincial.
Y sin dudas, el gran salvado es Edgardo Kueider, el íntimo amigo, socio, confesor, armador político, el hombre detrás de todas las decisiones importantes y jefe de campaña de Bordet, EL MONJE NEGRO, que cuando algunas causas judiciales importantes empezaron a salpicarlo, lo colocó en el Senado de la Nación, a salvaguarda de los fueros y alejado de la Justicia que empezaba a rozarlo. Causas que los fiscales tienen durmiendo en sus escritorios.
Al frente del peronismo su actividad fue neutralizar al partido, lo congeló, dejó a la militancia desatendida, a la deriva. Todo este tiempo el PJ entrerriano mantuvo las puertas cerradas, literalmente, las unidades básicas dejaron de ser centros de convocatoria, y lugares de asistencia social. El peronismo sigue sin tener internas, sin definiciones políticas claras. Lo único claro es que Bordet tiene toda la intención de seguir siendo el jefe político a través de su socia Stratta, a la que impulsa para jefa de bloque del PJ en la Cámara de Diputados de la provincia.
Todo este tiempo de Bordet quedó signado también por los amagues, los dobles discursos, las afirmaciones incumplidas. El propio Frigerio mencionó hace poco que Bordet se había comprometido con él a no desdoblar las elecciones, pero finalmente hizo lo contrario. Bordet fiel a su estilo falto a su palabra prefirió focalizarse en sus interés político y personal, ya que, sin reelección, optó por colocarse como candidato a diputado nacional, y asegurar su imagen en la lista sábana por encima de la del candidato a gobernador. También de esta manera extendió casi un mes su mando real. Y más que nada, hizo que entrara en juego el factor Milei para socavar a Juntos por el Cambio, y, por ende, a Frigerio.
La Administración de Bordet volcó millones de pesos en medios de comunicación y consultoras para mantener vigente una falsa imagen positiva y porcentajes de aprobación de gestión muy lejos de la realidad que finalmente mostraron las urnas. También Bordet y su camarilla se jactan de una TRANSPARENCIA que no se condice con los Decretos fantasmas que son sacados a la luz por la prensa, organigramas ocultos, falta de rendición de cuentas, promesas de obras que jamás se realizaron y los fondos si fueron destinados.
La Legislatura, y distintos organismos descentralizados como el IAFAS, DPV, CAJA DE JUBILACIONES , CAFESG, CTM, etc etc fueron minados con funcionarios de Bordet. Prácticamente le hereda su funcionariado a la gestión Frigerio. Como corolario, Bordet y su gran socia, María Laura Stratta, blindan su muralla de secretos colocando en las fiscalías que van a controlar su gestión a íntimos amigos, como Gustavo Labriola en la Vocalía N°1, y a Jorge Raúl María Otegui en la Fiscalía N°6 del Tribunal de Cuentas de Entre Ríos.
Gustavo Bordet se va, pero deja su huella profunda, y sus conexiones. Por la provincia de Entre Ríos no hizo mucho, por el peronismo no hizo nada, para el mismo y sus socios hizo todo. Dos gestiones como intendente de Concordia, dos como Gobernador, y fue rechazado electoralmente es su tierra. Bordet encarna al burócrata que la ciudadanía argentina en estas elecciones la ha dicho “BASTA”. Sólo se benefició a si mismo, y no le importó siquiera traicionar al presidente cuando le quitó un apoyo que YA le había prometido por el pedido de Juicio Político a los miembros de la Corte Suprema. Bordet PAGO cifras millonarias a los medios para mantener una imagen positiva, y pagó en las urnas el precio de la mentira.
Fuente: El Portal de Ricardo David.
