El ensayo clínico involucró a 500 pacientes reclutados durante 10 años en Reino Unido, México, India, Italia y Brasil que tenían cáncer de cuello uterino localmente avanzado, y que aún no se había propagado a otros órganos.Los resultados mostraron que el nuevo régimen de tratamiento, basado en un ciclo corto de quimioterapia de inducción seguido de quimiorradiación, no solo mejoró significativamente las tasas de supervivencia, sino que también redujo el riesgo de recurrencia del cáncer.Tras cinco años de estudio, el 80% de las pacientes que recibieron este tratamiento estaban vivas, y en el 72% de los casos el cáncer no había regresado ni se había diseminado a otras partes del cuerpo. En comparación, las tasas para el grupo de control, que solo recibió quimiorradiación estándar, fueron del 72% y 64%, respectivamente.
Un enfoque innovador con medicamentos ya conocidos
El nuevo tratamiento consiste en la administración de seis semanas de quimioterapia de inducción con carboplatino y paclitaxel antes del tratamiento estándar de quimiorradiación, que implica una combinación de radioterapia y quimioterapia con cisplatino, y se ha utilizado desde 1999.

Reducción de recaídas y mortalidad.
El ensayo clínico también reveló que el nuevo régimen reduce en un 40% el riesgo de que el cáncer reaparezca dentro de los cinco años posteriores al tratamiento, un resultado prometedor para pacientes que enfrentan esta enfermedad.

El testimonio de las pacientes.
Abbie Halls, una mujer de 37 años que participó en el estudio y recibió el nuevo tratamiento, compartió su experiencia positiva. Diagnosticada con cáncer de cuello uterino a los 27 años, Halls ha vivido libre de cáncer durante más de nueve años gracias al nuevo régimen de quimioterapia y quimiorradiación. “Estoy muy agradecida por haber formado parte de este avance. No estoy segura de si estaría aquí hoy sin el tratamiento que recibí”, comentó. Su testimonio refleja la esperanza que este descubrimiento ofrece a miles de mujeres que enfrentan el cáncer de cuello uterino.
Este avance abre la puerta a nuevas investigaciones sobre el uso de quimioterapia de inducción antes de otros tratamientos en distintos tipos de cáncer. La posibilidad de mejorar las tasas de supervivencia y reducir la recurrencia con un régimen relativamente simple y accesible ha motivado a la comunidad científica a explorar cómo este enfoque podría aplicarse a otros tipos de cáncer.
