En total se encontraron 52 teléfonos de alta gama, que luego eran vendidos en un local ubicado sobre Avenida Corrientes al 2100.
La Policía de la Ciudad de Buenos Aires logró desarticular una “cueva” que funcionaba como depósito de celulares robados en el barrio de Balvanera, la cual arrojó un hallazgo insólito.
De los 52 teléfonos de alta gama que la banda delictiva guardaba en el lugar, 46 eran iPhones con denuncia de robo. Lo insólito es que todos estaban ocultos en una bolsa, dentro de un horno de cocina.
El operativo fue el resultado de una investigación que se inició tras la denuncia por el robo de un celular. Este hecho permitió a los efectivos de la División Investigaciones Especiales identificar los puntos neurálgicos donde se reducían los aparatos sustraídos.
Simultáneamente, los efectivos policiales también allanaron un local comercial ubicado en la Avenida Corrientes al 2100, el cual funcionaba como el punto de venta de estos dispositivos robados.

En este segundo objetivo, la policía incautó 14 chips de distintas empresas de telefonía, seis tarjetas SIM sin habilitar, además de documentación relevante para la causa y un posnet, utilizado probablemente para concretar las transacciones ilegales.
La causa se encuentra a cargo de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°15, encabezada por el doctor Federico Tropea. El exitoso operativo permitió recuperar una gran cantidad de dispositivos robados y desarticular parte de la cadena de reducción de artículos sustraídos en la Ciudad.
Cayó una banda que vendía perfumes truchos.
Cayó en Moreno una banda que vendía perfumes truchos que eran peligrosos para la salud. El modus operandi era publicar los productos en una tienda virtual y promocionarlos a través de las redes sociales. La Policía descubrió que la mercadería era potencialmente peligrosa y actuó de inmediato.
En el allanamiento realizado en los locales donde comercializaban los perfumes importados, verificaron que no contaban con el rotulado y las especificaciones obligatorias para productos de higiene personal. Por lo que secuestraron la mercaría cuyo valor superaba los 20 millones de pesos.
Según precisaron fuentes policiales, las consecuencias para la salud que podían derivar de su uso, eran dermatitis, alergias severas y manchas o quemaduras en la piel, producto de la falta de control sobre su composición y de la posible presencia de sustancias tóxicas o irritantes.