Con la llegada de la primavera, aumentan los niveles de polen en el ambiente, provocando síntomas como estornudos, picazón y secreción nasal en personas alérgicas. El Ministerio de Salud de Entre Ríos brinda recomendaciones para prevenir y aliviar estos síntomas y mejorar la calidad de vida de las y los pacientes.
El médico alergista y jefe del servicio de Alergia e Inmunología del hospital San Martín, Antonio Sánchez Segovia, explicó que “la alergia es una inflamación de la mucosa del árbol respiratorio, desde la nariz hasta los pulmones, y puede manifestarse también en la piel como urticaria o dermatitis”.
Durante esta estación, el polen actúa como antígeno y provoca síntomas comunes como: estornudos, picazón en ojos, nariz y paladar, secreción nasal acuosa y, en algunos casos, crisis de asma en personas predispuestas.
Los principales alérgenos estacionales son los pólenes de árboles, malezas y gramíneas, siendo estas últimas las más frecuentes y severas. Su polinización comienza en septiembre y puede extenderse varios meses.
Entre las medidas preventivas, se aconseja:
- Ventilar los dormitorios con cuidado.
- Limpiar con trapo húmedo (evitar el polvo seco).
- Reducir la cantidad de muebles y ropa expuesta.
- Usar acolchados y almohadas hipoalergénicas.
- Mantener ventanas parcialmente cerradas los días de viento.
En cuanto al tratamiento, el profesional señaló que se suelen indicar antihistamínicos de segunda generación (como fexofenadina, desloratadina o cetirizina), que se administran una vez al día y tienen pocos efectos secundarios. En casos graves o persistentes, se pueden utilizar corticoides inhalatorios en spray por períodos limitados o la antigenoterapia. Este último es un tratamiento que consiste en administrar dosis progresivas del alérgeno para fortalecer el sistema inmunológico y reducir la dependencia de medicamentos.
Sánchez Segovia remarcó que los tratamientos siempre deben ser indicados por un profesional de la salud. Para identificar los alérgenos responsables, se utiliza el prick test, que consiste en colocar pequeñas gotas con distintos antígenos sobre la piel para observar la reacción. Este estudio se complementa con análisis de laboratorio, como la medición de los niveles de inmunoglobulina E (IgE).
Desde la cartera sanitaria se recuerda que, aunque la exposición al polen es inevitable al aire libre, mantener hábitos de higiene y seguir las recomendaciones médicas permite disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes alérgicos.