ELECCIONES 2015.Hay cadenas de mails, pegatina de afiches y hasta una bajada de línea de la cúpula que plantean la disyuntiva: “Patria o Macri”. Algo similar ocurre en la Agencia Estatal de noticias.
El cimbronazo desatado en el Gobierno tras el inesperado resultado de las elecciones del domingo se extendió a todas las áreas del Estado e inclusive recaló en Arsat. En la fábrica de satélites argentinos se instaló en las últimas horas un operativo clamor por Daniel Scioli que incluye cadenas de mails, pegatinas, asambleas y bajadas de línea de las máximas autoridades para que los empleados voten al Frente para la Victoria el próximo 22 de noviembre.
En otras palabras: la militancia K llegó hasta la órbita satelital, por usar una metáfora afín al organismo científico-técnico en cuestión.
Según confiaron a la prensa empleados de la empresa, que pidieron mantener en reserva su identidad, desde el lunes hay movimientos para encolumnar voluntades detrás de la candidatura de Scioli y Zannini.
El martes, a través de correos electrónicos, se convocó a los trabajadores a una asamblea para definir un pronunciamiento y se pegaron afiches llamando a votar por el Frente para la Victoria, criticando a Mauricio Macri y afirmando que, si él gana, Arsat cerraría sus puertas.
De la asamblea de trabajadores participaron, llamativamente, el presidente de Arsat, Matías Bianchi Villelli, y su vice, Guillermo Rus, que hicieron una fuerte arenga, de tono propagandístico, en favor del candidato del FpV. “Esto es Patria o Macri”, lanzaron, para luego abrir el debate diciéndole a los empleados que se expresaran. “Por favor, si alguien tiene un opinión en contra que la exprese, sientanse libres”, pidieron, sin que se les mueva una pestaña. Nadie habló.
Al día siguiente, otro mail llegó al correo de los trabajadores. “Quedó bien claro que los proyectos de país que están en pugna son antagónicos y que, para los trabajadores de Arsat, quien mejor garantiza la defensa de la política de telecomunicaciones, de inclusión y desarrollo tecnológico, es la fórmula Scioli-Zannini”, afirmaron los delegados a través de un comunicado.
Tras el “debate” en Arsat se decidió crear un Perfil de Facebook bancando la fórmula K, elaborar un documento que “represente el posicionamiento de los trabajadores de Arsat”, armar videos y sacar una foto con la leyenda #soberaníasatelital.
Además, se invitó a todos a participar de actividades territoriales en Morón y San Fernando, dos distritos donde triunfó la oposición. Una de esas actividades, según se dijo en la asamblea, sería ir a instalar decodificadores digitales al conurbano.
La bajada de línea en la fábrica de satélites es clara y se resumen en la frase que cierra la solicitada que empapeló en la empresa el día que se cumplía cinco años de la muerte de Néstor Kirchner. “El 22 de noviembre vamos a un balotaje entre dos proyecto de país. En uno, hay Arsat para rato; en el otro, no tiene lugar”, afirman.
Algo similar ocurre en la agencia de noticias estatal Télam, donde afiches contra Macri decoran desde los pasillos hasta las puertas de los baños.
Controlada por militantes de La Cámpora y abocada, mayormente, a lo que uno de sus ex directores, Martín García, definió como “periodismo militante”, Télam se convirtió en el periodo electoral en una usina de propaganda de campaña de la fórmula Scioli-Zannini.
El miércoles, sin ir más lejos, hubo más de 20 títulos de diferentes dirigentes oficialistas llamando a votar por el FpV. Esa “línea editorial” también incluye encender una luz de alerta entre los trabajadores de prensa. El mensaje es claro: si gana Macri, Télam puede desaparecer, afirman.
A través de la cuenta anónima de Twitter @TélamparaTodos, que llevan adelante trabajadores del organismo que son críticos del kirchnerismo, se denuncian estos episodios. El último fue un correo electrónico de la mesa político-sindical del organismo.
El Ruso Hrabina
TPT
