Diario Nova

La oposición venezolana amplió su victoria: tendrá el control total del Parlamento-Nova

Las elecciones legislativas del domingo

El líder de la MUD, Henrique Capriles, anunció que alcanzaron los 112 diputados sobre un total de 167. El chavismo quedó con apenas 51 bancas. Y aún restan distribuir cuatro más.

“Periodistas y periodistos”, bromea el gobernador de Miranda Henrique Capriles y dirigente de la coalición opositora MUD al iniciar una rueda de prensa en una enorme carpa que ardía bajo sol del mediodía en un distrito apartado de Caracas. El lugar era un loquero de hombres de prensa y decenas de cámaras, sin espacio para esa multitud. Capriles tenía ahí un anunció crucial que ampliaba la rotunda victoria que la Mesa de Unidad Democrática obtuvo en las legislativas del domingo en las que canceló 17 años de control oficialista del Congreso unicameral. “Hoy Venezuela amaneció con un aire distinto. Quiero anunciarles a todos los periodistas internacionales que el cambio obtuvo las dos terceras partes de la Asamblea. Ayer (por el domingo) se sabía pero no lo quisieron decir”, sostuvo en relación al informe parcial que dio la autoridad electoral. 

Afuera, donde la reunión era reproducida con parlantes y pantallas, sonaron bocinazos y ovaciones. El dirigente reclamó moderación a los ganadores y al propio gobierno, exigió la liberación inmediata de los presos políticos y advirtió al régimen que “no haga locuras” aprovechando su mayoría en el breve plazo que resta hasta el 5 de enero cuando asumirá la nueva composición legislativa.

La MUD, que se presentó bajo el nomenclador Unidad, había recibido tras el cierre del comicio 99 escaños de las 167 bancas, la totalidad del Congreso en disputa. Ayer ese número creció a 112 escaños, con 51 para el oficialismo del PSUV. “Es más del doble, compañero… tenemos mayoría calificada en la Asamblea Nacional”, exclamó. Restaban adjudicar otras cuatros bancas. Los datos de Capriles no fueron inmediatamente confirmados pero tampoco negados por el gobierno.

El político hizo un extenso discurso en el cual llamó a mantener la unidad del frente que integra y pidió que la victoria sea administrada con “humildad, madurez y serenidad”. Pareció así aludir a los sectores más duros de la MUD que encabeza el detenido dirigente Leopoldo López, convencidos de que se debe avanzar ahora sobre el Ejecutivo. En varias ocasiones atacó el discurso de reconocimiento de la derrota que hizo en la noche del domingo el presidente Nicolás Maduro, quien caracterizó la victoria opositora como “el triunfo de la guerra económica” y de “la contrarrevolución”. 

El gobierno había estirado el domingo el horario de cierre de los comicios mientras reclamaba a través de su potente y monopólica estructura mediática para que se vaya a sufragar. Lo que se constaba era una fuerte abstención del chavismo. La abrumadora victoria opositora se reflejó en la ausencia de controversias. Caracas estaba en paz en la noche del domingo y así siguió ayer, sin mayores incidentes. La televisión controlada por el régimen continuó sin embargo ayer cuestionando a la oposición calificándola de “ultraderecha” y advirtiendo que buscará imponer un modelo neoliberal. La mención del cambio de gobierno en Argentina figuró frecuentemente en esos comentarios. Los comentaristas explicaban la derrota gubernamental por una supuesta guerra económica contra el país que incluiría la caída vertical del precio del petróleo, el principal insumo de exportación de este país. Los comentaros en ningún momento señalaron errores propiios para explicar la quiebra que sufren las finanzas públicas. 

“Venezuela está sufriendo la peor crisis económica de su historia y si el país no estalló es por estas elecciones… tenemos que salvar a Venezuela”, sostuvo Capriles. Remarcó que “se ve que Maduro no entendió, debería ahora tener el gesto de ordenar la liberación de todos los presos políticos”. “Yo escuché el discurso de Daniel Scioli después del ballotage y él reconoció que el pueblo argentino había elegido. Y lo hizo en un tono muy diferente a lo que hizo Maduro”, remarcó.

Consultado si con semejante poder en el Legislativo que permite a la mayoría calificada revisar el presupuesto, llamar a una Constituyente o plantear el revocatorio del presidente, advirtió que esta no será “la Asamblea de la revancha, sino la de la justicia. El país que tiene que sufrir colas frente a los supermercados para conseguir comida, no quiere que se le meta ahora otra agenda política… la gente tiene que seguir comiendo, consiguiendo medicamentos, eso es lo que hay solucionar”. “Nosotros convocamos a la unidad nacional. No hemos venido a cobrar facturas”, insistió Capriles. El periodismo insistió. Qué sucedería si el régimen ignora al Congreso o utiliza el último lapso de su esporádica mayoría para nombrar jueces o darse poderes especiales. Ahí Capriles cambió el tono y advirtió que “cualquier locura sería peor para el gobierno. Las locuras lo que harían es acelerar los mecanismos de la Constitución. O el gobierno cambia a partir de ahora o habrá que plantearse cambiar el gobierno”.

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