Diario Nova

El Gobierno ya acordó con un tercio de los fondos en juicio-Nova

La negociación por la deuda en default

 

 

Son ocho que tenían unos US$ 4.200 millones. La deuda reclamada en varios tribunales llega a US$ 20.000 millones.

El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, confirmó ayer que desde que el Gobierno inició las negociaciones con los holdouts ya consiguió un acuerdo con ocho fondos. Según estimó, los acreedores que ya aceptaron propuestas argentinas “tenían aproximadamente US$ 4.200 millones reconocidos en sentencia y nos comprometimos a pagarles unos US$ 3.000 millones, es decir que logramos poco más del 25% de quita”. Además, en diálogo con periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda y acompañado por su secretario de Finanzas, Luis Caputo, Prat-Gay anticipó que una vez que se negocie en el Congreso el levantamiento de la ley cerrojo el país emitirá un bono por US$ 15.000 millones con el que apunta a saldar la deuda.

 

De los ocho fondos que aceptaron la propuesta argentina, siete tienen sentencia de pari passu en Nueva York, el otro es de tenedores europeos representados por el italiano Nicola Stock, a quien Argentina se comprometió a pagar US$ 1.350 millones. “Ya hemos conseguido un acuerdo con la tercera parte de los US$ 6.100 millones de deuda original que quedó fuera del canje (3.500 en Nueva York y el resto en otros jurisdicciones) que quedó fuera del canje, incluidos los italianos”, dijo el ministro. Entre los fondos en EE.UU. que aceptaron la propuesta se encuentran las firmas EM, del magnate Kenneth Dart, Monteaux, y Capital Markets.

 

Para explicar la situación actual del país en el marco de las negociaciones, el ministro sostuvo que divide la deuda en default dos partes. “Hay US$ 9.000 millones en Nueva York con medidas cautelares, que partieron de un capital de 2.500 millones y por los que Argentina debe pagar US$ 6.500 millones por sentencia de paripassu”, explicó. “Y poco más de US$ 10.000 millones por otros reclamos en Nueva York sin medidas cautelares, y en otros distritos, incluidos los italianos a los que Argentina se comprometió a pagar US$ 1.350 millones”, añadió Prat-Gay. 

 

El funcionario sostuvo que hay US$ 6.100 millones de deuda que quedó fuera del canje, que da lugar a reclamos por hasta US$ 20.000 millones. “Podemos hablar de una ahorro proyectado de US$ 5.000 millones, porque de los US$ 20.000 millones Argentina aspira a pagar US$ 15.000 millones”, sostuvo. El viernes el juez Thomas Griesa dio un guiño a Argentina al firmar una orden por la que sostiene estar dispuesto a levantar la “injuction”, medida que se encuentra vigente desde junio de 2014, que bloquea todo desembolso de fondos que Argentina pretenda hacer a tenedores de deuda en el exterior y que empujó al país a un default. Al ser consultado por este medio sobre el monto total de capital que se adeuda a bonistas que si habían entrado al canje, el ministro de Hacienda contestó “ya suman US$ 3.000 millones” pero dijo que aun no sabe si se pagarán con emisión de deuda o con reservas monetarias.

 

Con la eliminación de las restricciones para desembolsos en el exterior, el país está en condiciones de salir a emitir deuda. Según Prat- Gay, “los 15 mil millones se pagarán emitiendo un bono, lo ideal es que se consiga todo con una sola emisión”. La colocación se haría de manera inminente una vez que se negocie en el Congreso la suspensión de la ley cerrojo que impide actualmente mejorar la oferta a tenedores de deuda en default que no hayan entrado en los canjes anteriores. “Estamos estudiando todas las alternativas, seguramente se hará con ley extranjera”, aclaró el secretario de Finanzas.

 

Con esa emisión se pagará en efectivo. “Si pagábamos con un bono, los fondos nos iban a contestar que tenían que revenderlo, que esto les implicaría un costo extra y entonces hubieran demandado un mayor pago”, sostuvo Prat- Gay. “Pero nosotros consideramos que esos bonos una vez que se resuelva la problemática valdrán mas, por eso preferimos salir a emitir nosotros y pagarles en efectivo, lo que según nuestros cálculos nos significaría un ahorro del 20% en el pago”. 

“Pagar en efectivo nos permitió un ahorro en tiempo de la negociación”, añadió Caputo. 

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